- La política económica es errática, por lo que demandó cambiar de modelo neoliberal para volver a la senda del crecimiento como en la etapa de 1935-1982.
- No hay futuro con las contrarreformas estructurales, asegura
“Todavía hoy se festinan las contrarreformas estructurales en la entrega que se hizo de los energéticos a potentados nacionales y extranjeros. No aprendemos que ese modelo ha fracasado mundialmente; no aprendemos que ese modelo nos va a llevar totalmente a la catástrofe”, sentenció en Coordinador Nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya Gutiérrez.
Tras hacer una evaluación del II Informe de Gobierno en materia económica, el líder petista refirió que el desempeño de la economía deja mucho que desear, puesto que el año pasado -teniendo el presupuesto más grande de la historia de este país-, la economía apenas creció 1.1% contrastando con el año anterior bajo la administración del Presidente Felipe Calderón, que fue de 3.9.
La perspectiva no es del todo adecuada para este año, ya que aún con la reforma hacendaria, que dotó al país también del presupuesto más grande de nuestra historia, la previsión de crecimiento de la economía pasó de 3.9 a 2.4 e incluso algunos analistas lo ubican en apenas 2%.
Manifestó su preocupación porque durante 32 años se ha mantenido al país en estancamiento económico, dejando de lado el modelo económico de la Revolución mexicana, del periodo de 1935 a 1982 llamado “el milagro mexicano” en el que se mantuvo un crecimiento de alrededor del 6 y 7%.
Anaya Gutiérrez aseveró que las reformas estructurales, impuestas por el consenso de Washington, han traído a México el estancamiento más grave, constante y permanente en toda su historia económica, por lo que habría que retomar experiencias de otros países que han retomado el modelo neoliberal y una vez que han entregado su patrimonio a la iniciativa privada extranjera y nacional, llegan a una situación de crisis en la que nadie va en su auxilio porque no tiene forma de garantizar los empréstitos, como sucedió en el caso de Argentina.
“Mexico va en la misma dirección; lo que faltaba privatizar era la Comisión Federal de Electricidad y el petróleo mexicano, con la llamada reforma energética ese paso se da. Se abre la puerta para entregar en la totalidad estos recursos naturales que durante muchos años fueron garante del desarrollo económico e industrial de este país… Nos hemos acostumbrado al estancamiento”, subrayó.
Detalló que el estancamiento se refleja en un crecimiento de tan sólo de 0.7%, lo cual es grave en contraste con países asiáticos como China y Vietnam cuya economía crece en alrededor de 7%, e incluso en comparación con países de América Latina cuyo crecimiento es en promedio de 4%, es decir, México se coloca por debajo de países en condiciones más precarias como Haití.
Todo ello, dijo, concatenado a la relación tan estrecha que tiene México con los norteamericanos, “el comportamiento económico de Estados Unidos nos jala y nos condena a su suerte pero de manera más acentuada”, y cuyas expectativas son a la baja.
Recordó que los resultados están a la vista, ya que en el Foro Económico de Davos, ubicaba a México en el lugar 55 de las economías más competitivas, ahora se registra en la posición número 62.
“Las últimas contrarreformas tienen un corte enteramente recesivo; la reforma laboral va a condenar a los trabajadores a condiciones semi-esclavas y va a traer como consecuencia la contracción brutal de los salarios y con ello la contracción de salario y del mercado interno”.
El petista calificó como “errática” la política económica por lo que urgió a cambiar el modelo que sólo ocasiona pobreza, violencia generalizada, a tener un Estado fallido, aumento grave de las desigualdades, entre otros males, “no hay futuro con esas contrarreformas, por más que se nos dice que nos van a llevar al paraíso, queremos decirles desde hoy que estas reformas van a terminar siendo la puntilla para la economía mexicana y la catástrofe en pocos años la vamos a ver a la vista”.
Insistió en que “la catástrofe en pocos años la va a resentir el pueblo mexicano”, por lo que demandó cambiar el modelo neoliberal que tanto ha dañado al país, para que pueda recuperar la senda del crecimiento como en la etapa de 1935 a 1982.